Las empresas familiares
suelen ser organizaciones emocionales, dada la gran influencia de la familia sobre
la empresa. Si no se logra hacer una separación adecuada entre las cuestiones
de empresa y las de familia, las posibilidades de éxito en la organización
decrecen. Por ello, el tiempo de vida de la pequeña y micro empresa es corto,
el 80% muere con la primera generación.
¿CÓMO HACER PARA PROFESIONALIZAR UNA EMPRESA?
En el ciclo de vida de una
empresa estas nacen, se estabilizan, crecen y el siguiente paso que
deberían dar es la profesionalización. A
continuación se establece una guía a seguir para iniciar el
proceso.
1. Establecer un sano
balance entre la dimensión familiar y empresarial:
Desde el punto de vista
familiar, el deseo y la tendencia es igualar asignar un puesto a cada uno, pagarle
lo mismo, no considerar el rendimiento individual.
La necesidad empresarial en
cambio es diferenciar, emplear el mejor talento disponible, asignar puestos a
los miembros de la familia solamente si éstos pueden rendir, establecer
jerarquías de dirección, evaluar objetivamente los rendimientos, y remunerar de
acuerdo a los logros y responsabilidades.
2. Protocolo Familiar
El protocolo familiar es un
documento que esclarece “las reglas del juego”, primero cada empresa es un ser
vivo y es diferente a las demás, entonces los problemas que tenga serán
diferentes a otra empresa. Este protocolo familiar normalmente se hace con ayuda
externa, algunas veces son acompañados de psicólogos empresariales porque hay
mucha carga emotiva que aminorar. Lo que hacen es averiguar bajo un previo
acuerdo de confidencialidad los problemas que se suscitan en la organización,
con el objetivo de zanjar rencillas y establecer las reglas del juego.
3. Contratar profesionales
idóneos para ocupar los puestos de trabajo requeridos
No hay duda. La empresa
familiar debe ser profesional y, si para ello es necesario prescindir de
ciertos miembros de ella, pues ¡adelante! Los empresarios deben intentar a toda
costa que sus organizaciones no se conviertan en "familistas", es
decir, aquellas que incorporan a parientes ineficaces que impiden la marcha
hacia la profesionalización de la empresa.
4. Planificar la sucesión de la dirección:
Saber ceder la gerencia en
su momento y garantizar la competencia del sucesor, aquí está el punto de quiebre
en la mayoría de las empresas familiares, motivo de múltiples estudios, de los
cuales han derivan tipos o perfiles de líderes familiares:
·
Rey: Nunca piensa que va a morir y cuando muere ya
verán quien sucede en la empresa, ni siquiera se da la molestia de evaluar
quién será el siguiente, más aun sería una herejía hablar de que el rey va a
morir.
·
General: Este se retira momentáneamente pero regresa
para salvar lo que están haciendo en el negocio, es decir nunca se despega del
todo.
·
Estadista: Trabajo hasta diciembre y en diciembre me
retiro.
·
Embajador: Este planifica y hace una retirada
gradualmente, hace un retiro paulatino, ya se sabe en qué momento deja la posta
y a quien.
5. Establecer sistemas de
gobierno:
Generar una junta directiva,
establecer directorios formales, tener comités de auditoría para que se encarguen
de dar seguridad y confiabilidad en los reportes financieros. Para el buen
manejo de la empresa y para el cumplimiento de las obligaciones contractuales
tratando de balancear los diferentes intereses de las personas que integran la
empresa (inversionistas, administradores, accionistas, propietarios y
terceros).
Con todos estos temas
esclarecidos la empresa puede dar inicio al siguiente paso que es la creación de
un planeamiento estratégico, si la familia no ha resuelto sus problemas, no
estará comprometida con el futuro de la empresa, o si el proceso de sucesión no
ha sido resuelto, puede comprometerse la continuidad de la compañía lo cual
tendría un profundo efecto sobre la empresa.
Fuente: Fundamentos de la Administración de Negocios
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