Estrategia
argumentativa
La argumentación es un proceso que esta
presente no solo en los textos científicos y académicos, sino en casi todos los
actos comunicativos que realizamos los hablantes en las diferentes actividades
humanas. La argumentación se utiliza para desarrollar temas que se prestan a
controversia. Su propósito central es convencer a otros de la validez de una
afirmación por medio de razonamientos e información objetiva. La argumentación
es una toma de posición frente a un tema particular, implica un compromiso y,
en muchos casos, una calificación.
Los esquemas argumentativos presentan tres
partes bien diferenciadas:
1. El
tema del texto
El tema
del texto muestra de que se trata la lectura. Deber ser preciso.
La tesis es un enunciado general afirmativo o
negativo sobre el tema y debe formularse en forma de oración, no en forma de
titulo, por muy explicito que este sea. Así “Las corridas de toros” y “La raíz
prehistórica de las corridas de toros” son títulos y expresan temas. En cambio,
“Debe prohibirse que se realicen corridas de toros” y “Las corridas de toros no
son espectáculos barbaros” son tesis.
3. Los
argumentos que apoyan la tesis
Una vez sentada la tesis, comienza la
argumentación propiamente dicha. Los argumentos son también afirmaciones, las cuales
sustentan, demuestran, prueban o justifican la validez de la tesis. Los argumentos
están seleccionados y organizados en función de la tesis: si la tesis cambia,
los argumentos también. Su propósito es sustentar, probar, demostrar o
justificar la validez de la tesis. Se procura desarrollar o explicar un
argumento por párrafo.
Cualidades que debe poseer un argumento para
que sea considerado valido
Objetividad: es necesario que la
argumentación se consolide en razón de un razonamiento claro e imparcial, y no
a partir de las emociones que el tema suscita. Evítese para argumentar apelar
exclusivamente a lo emocional, este es un recurso persuasivo, pero muy fácil de
desbaratar.
Pertinencia: los argumentos deben tener relación
con el tema y la tesis que se desea demostrar. Por ejemplo, es inadecuado esgrimir
el talento o el profesionalismo de alguien para justificar una u otra opción
sexual. Los argumentos deben estar relacionados, por ejemplo, con su libertad y
su derecho a decidir sobre su vida sexual.
Suficiencia: el argumento debe ser suficiente
para demostrar la tesis. Por ejemplo, en el silogismo:
Todos los hombres son mortales y Pedro es
hombre; por lo tanto, Pedro es mortal. Necesita de la segunda premisa y juntas
alcanzan la suficiencia para demostrar la conclusión. Algunos argumentos, por
si mismos, logran demostrar la tesis pues poseen una suficiencia absoluta. Esos
son los mejores. Enúncielos al final de su argumentación, para cerrarla de
forma convincente.
Fuente:Habilidades Comunicativas.
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